Las demandas para los ciudadanos del Reino - 14 de Enero 2025

Las demandas para los ciudadanos del Reino

Mateo 5: 13-16

Versículos destacados 13- 14  13 Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres. 14 Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.

 Inmediatamente después de hablar acerca del carácter de los ciudadanos del reino de los cielos y sus dichas, Jesús procede a enumerar algunas de sus responsabilidades. En toda nación sus ciudadanos tienen derechos y deberes y en el reino de los cielos no es la excepción. Como todo ciudadano hay ciertos deberes que debemos cumplir, y en Mateo 5: 13-16 el Maestro hace uso de dos metáforas muy conocidas para dejar claro lo que se espera de aquellos que decidan seguirlo. Aquí Jesús nos compara con la sal y la luz del mundo.

En primer lugar Jesús compara a Su iglesia con la sal  (Mateo 5: 13). En el mundo antiguo la sal era considerada un mineral sumamente apreciado por sus muchos usos y bondades, entre otros los de preservar los alimentos y darles sabor. Por tanto, Jesús está usando un elemento mineral muy apreciado en su tiempo para enseñar una verdad espiritual en cuanto a las responsabilidades del cristiano. En este sentido los cristianos influyen en este sistema de pensamientos, falsos valores y depravaciones. El testimonio de la iglesia es la sal que conserva y sazona el mundo.

Jesús, a través de otra metáfora, compara a los cristianos con la luz del mundo (Mateo 5:14), lo cual es posible únicamente cuando el dador de la luz mora en el corazón,  Esto nos enseña que la vida de los cristianos no pasa desapercibida, sino al contrario, los ojos de todo el mundo están puestos sobre ellos, tal y como una ciudad asentada sobre un monte, la vida del cristiano no se puede esconder. Los cristianos somos pequeñas luces y en este tiempo de oscuridad es necesario que señalemos el camino a la humanidad. Ahora bien, esta luz se refleja a través de nuestras buenas obras. Nuestra vida restaurada es el mayor testimonio del poder de Dios en este mundo que vive en tinieblas. Las buenas obras que los cristianos realizan no lo hacen con el fin de vanagloria propia; sino para que aquellos que las miran glorifiquen a Dios.

Como cristianas tenemos la responsabilidad de dar sabor y preservar de la corrupción en medio de este mundo perverso, además nuestro deber es  brillar delante de todos, por medio de nuestra vida fundamentada en los principios bíblicos y adornados con las buenas obras de la fe.

¿Qué espera Dios de los ciudadanos del Reino?

¿De qué manera podemos ser sal y luz para quienes nos rodean?

Oración:

Señor, quiero vivir de acuerdo a los parámetros de Tu Reino, y sólo puedo hacerlo con la ayuda de Tu Espíritu Santo. En el nombre de Jesús, Amén.

Dios te bendiga

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