Jesús fue tentado - 8 de Enero 2025

Jesús fue tentado

Mateo 4: 1-11

Versículos dedstacados 3-4
3 Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan. 4 Él respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. 

Cuando Satanás tienta a Jesús a convertir las piedras en pan (Mateo 4:4), Jesús le responde con las palabra de las Escrituras: “No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Deuteronomio 8:3). El Señor respondió de esta manera, pues era su propósito vencer al diablo con humildad y no con poder… la respuesta del Salvador indica que Él fue tentado como hombre: “No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”. Así que la palabra de Dios es alimento y trae vida.

¿De dónde obtuvo Jesús la fuerza para sobrevivir las duras condiciones del desierto y la seducción del tentador? De la palabra de Dios y encontró fortaleza en hacer la voluntad de Su Padre. Satanás va a tentarnos y hará lo mejor que pueda para que escojamos nuestra voluntad sobre la voluntad de Dios. Si él no puede hacer que renunciemos a nuestra fe, tratará de hacernos tomar decisiones que nos lleven, poco a poco, lejos de lo que Dios quiere para nosotras.

Jesús fue tentado, como nosotras, y venció al pecado por la gracia y la fuerza que Su Padre le dio. El tuvo que renunciar a Su voluntad por la voluntad de su Padre. Él tuvo éxito porque quería agradar a Su Padre y confiaba en que Él le daría la fuerza para superar los obstáculos que surgieran en el camino. Lucas dice que Jesús estaba “lleno del Espíritu Santo” (Lucas 4:1).

Cuando fue tentado por el diablo, Jesús no trató de luchar contra su adversario únicamente con su fuerza humana. El confiaba en el poder que le daba el Espíritu Santo. Jesús vino para derrocar al maligno que nos tenía cautivos en el pecado y en el miedo a la muerte (Hebreos 2:14). Su obediencia a la voluntad de su Padre y su disposición a abrazar la cruz, reversaron la maldición de la desobediencia de Adán. Su victoria sobre el pecado y la muerte ganaron para nosotras no solo el perdón de nuestros pecados, sino la adopción como  hijas de Dios.  Jesús está siempre listo para derramar su Espíritu Santo para que tengamos la fortaleza y el coraje que necesitamos para resistir al pecado y rechazar las mentiras y engaños de Satanás  con el poder y la fuerza que vienen del Espíritu Santo.

¿Cómo podemos vencer al pecado y la debilidad moral en nuestras vidas?

¿Qué podemos aprender de la tentación de Jesús?

Oración:

Señor, tu palabra es vida y gozo para mi. Lléname de tu Espíritu Santo para que yo pueda tener la fortaleza y el coraje para abrazar Tu voluntad en todas las cosas y renunciar a cualquier cosa que se le oponga”.

Dios te bendiga

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