Respuesta a la fe - 6 de Julio 2022

Respuesta a la fe

Mateo 15: 21-28

Versículo destacado 27 Y ella dijo: Sí, Señor; pero aun los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos. 28 Entonces respondiendo Jesús, dijo: Oh mujer, grande es tu fe; hágase contigo como quieres. Y su hija fue sanada desde aquella hora.

En Mateo 15: 21 al 28, Jesús se retiró a Tiro y Sidón, que era un territorio gentil. De inmediato, una mujer lugareña se acercó a Él, se postró a sus pies, rogándole que la ayude. Jesús nunca se había negado ayudar a ninguna persona necesitada, pero en esta ocasión ignoró a la mujer. ¿Que estaba haciendo Jesús? ¿Qué intentaba demostrar con ese peculiar rechazo?

Sin embargo, la mujer le dio la debida honra a Jesús, al llamarlo: Señor, hijo de David. Esta extranjera, sirofenicia, lo está reconociendo como el Mesías. Primero, le manifestó su preocupación por su hija, que estaba endemoniada y después le dijo que la ayudara. Es interesante notar que nunca nos imaginamos a Jesús dando la espalda a alguien. Dios no desecha ningún alma sincera y esa mujer estaba mostrando un corazón humilde y suplicante.

Jesús quería que sus discípulos entendieran la importancia de que Él habia sido enviado a los judíos, en primer lugar, para ofrecerles a ellos, la bendición que Dios les había prometido. Al no escuchar, al principio, la súplica de esta mujer gentil, era una oportunidad para que Jesús ilustrara su mensaje. Sorprendentemente, Jesús le respondió: “no está bien tomar el pan de los hijos y echarlo a los perrillos” (Mateo 15: 26). Esta mujer, pudo haberse enojado por haber sido comparada con un perro, su orgullo étnico pudo haberla hecho desistir de pedirle ayuda.

Por el contrario, ella, necesitada, aceptó la explicación de Jesús, y le aseguro que, simplemente, le estaba pidiendo que le proporcionara algún beneficio de Su gracia y la ayudara en su necesidad. por eso le responde: "que aun los perrillos comen las migajas que caen de la mesa de sus amos" (Mateo 15: 27). Jesús reconoce y elogia su fe, responde con sensibilidad y sana a su hija (Mateo 15:28).

Aunque parezca una situación que no tiene esperanza y que la respuesta no sea la que esperas escuchar, como esta mujer confía en Dios, muestra una gran fe y recibe Su bendición.

¿Cuándo la respuesta a tu oración no es la que esperas te desanimas y desistes de tu petición?

¿Qué puedes aprender de la fe de la mujer Sirofenicia?

Dios te bendiga

Puedes escuchar este devocional en nuestro canal de Youtube en este link: https://youtu.be/h6iQubo28Pg

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