La oración persistente - 8 de Agosto 2025
- Princesas y Guerreras
- 8 ago
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La oración persistente
Lucas 18: 1-8
Versículo destacado 6 Y dijo el Señor: Oíd lo que dijo el juez injusto. 7 ¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles? 8 Os digo que pronto les hará justicia.En Lucas 18: 1-8, Jesús presenta esta parábola para enseñarnos la importancia de orar sin desmayar. La figura central es una viuda, una mujer vulnerable, sin recursos ni influencias, pero con una fe y persistencia ejemplares. El juez, descrito como injusto, ni temía a Dios ni respetaba a las personas. Sin embargo, incluso este hombre frío e indiferente terminó cediendo a las constantes súplicas de la viuda. No lo hizo por justicia, sino por conveniencia. ¡Qué contraste tan fuerte establece Jesús!
Jesús dice, “Escuchen al juez.” ¡El Padre no es como El! ¡El Padre es diferente! ¡El Padre las ama! Esto es muy importante para poder entender correctamente esta parábola. Jesús está usando la regla de contrastes. El hace contraste entre lo peor del hombre, y lo mejor de Dios.
El juez no sentía amor por nadie, era malo, descortés, despiadado, e injusto. En cambio, Dios es todo amor. Él es bueno, lleno de gracia, y justo. Además, todo lo que Dios es, es infinito. Él es infinitamente amor, infinitamente gracia, infinitamente misericordia, e infinitamente justo. Dios no es como el juez injusto. Él escucha, se preocupa y responde en el tiempo perfecto. La espera no siempre es fácil, pero es ahí donde se forma nuestro carácter y nuestra confianza en Él
La enseñanza es poderosa: si incluso un juez corrupto responde ante la insistencia, ¿cuánto más Dios, que es justo y bueno, responderá a sus hijos? A veces sentimos que nuestras oraciones no son escuchadas, que estamos clamando al cielo y no hay respuesta. Pero esta parábola nos recuerda que la perseverancia en la oración tiene valor eterno. No porque tengamos que convencer a Dios, sino porque Dios valora una fe que no se rinde, una fe que confía incluso en el silencio.
¿Qué podemos aprender de la viuda de la parábola?
¿Cómo es la fe que valora Dios?
Oración
Señor, ayúdame a orar con perseverancia, como esa viuda que no se rindió. Aumenta mi fe cuando las respuestas parezcan tardar, y enséñame a confiar en tu justicia perfecta. Gracias porque Tú no eres indiferente a mi clamor. Amén.
Dios te bendiga
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