Dejarlo todo para seguir a Jesús - 16 de Septiembre 2025

Princesas y Guerreras
16 sept
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Dejarlo todo para seguir a Jesús

Lucas 9: 23-24

23 Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame. 24 Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, este la salvará.

Reflexionar sobre Lucas 9:23-24 nos lleva a considerar profundamente nuestras prioridades y la dirección de nuestras vidas. En un mundo que constantemente nos bombardea con imágenes de éxito y felicidad a través de la satisfacción personal, este pasaje nos desafía a reconsiderar el verdadero significado de la vida

La invitación a "negarse a sí mismo" puede parecer intimidante, pero en ella se encuentra una promesa: al dejar de lado nuestras ambiciones egoístas y seguir a Cristo, encontramos un propósito y una paz que el mundo no puede ofrecer. Cada día, al tomar nuestra cruz, elegimos vivir en la verdad de que nuestras luchas y sacrificios tienen un significado más grande dentro del propósito de Dios.

Al aplicar estas enseñanzas a nuestra vida diaria, podemos encontrar un sentido renovado de identidad y propósito, guiadas por el ejemplo de Cristo. La verdadera libertad y plenitud se encuentran en la rendición a Dios y en la disposición a seguirle, incluso cuando el camino es difícil. Esta es la esencia del discipulado y el llamado que todas tenemos como creyentes.

Por tanto, como verdadera discípula de Jesús, renunciamos a nosotras mismas como centro de la existencia, que va en contra de la inclinación natural de la voluntad humana, y reconocemos a Jesucristo como nuestro verdadero y único centro. Significa reconocer que el viejo hombre ya está muerto y la nueva vida ahora está escondida con Cristo en Dios. El discipulado requiere una entrega total a Él.

¿Qué es lo que debemos dejar para seguir a Jesús?

¿Qué ganamos haciendo eso?

Oración:

Señor, sé que seguirte a tí requiere renuncia a mis deseos, y a mi propia voluntad y entrega total a Tí. Amén.

Dios te bendiga