top of page

27 de Diciembre de 2019

  • Foto del escritor: Princesas y Guerreras
    Princesas y Guerreras
  • 27 dic 2019
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 14 jun 2021

Dios no es el genio de la lámpara



Mateo 17: 20


Mateo 17: 20 es quizás uno de los versículos de la Biblia más mal interpretado, sobre todo en un mundo donde todos buscan el placer inmediato, la felicidad, riquezas, realización personal, salud y conseguir todo lo que se desea. Muchos piensan que si quieren obtener la casa de sus sueños, el auto del año solo tienes que tener fe. Si estas enferma, y tienes fe, la enfermedad debe irse, o si deseas millonaria, o incluso estar más delgada, sólo debes tener fe.

Esta corriente, muy popularizada, está acompañada del pensamiento positivo y de declarar lo que deseamos para que se realice. Como es tan común, puede parecernos que no tiene nada de malo. Si analizamos este pensamiento está errado porque está centrado en la voluntad del ser humano y no en la voluntad de Dios. Es como si Dios se convirtiera en el genio de la lámpara de Aladino que está dispuesto a cumplir cualquiera de nuestro caprichos, cuando debe ser Él quien nos use para sus designios.

Ahora, yo estoy completamente segura y he sido testigo en mi vida del versículo que dice: “Deléitate en el Señor y el concederá las peticiones de tu corazón”(Salmo 37: 4). Pero ante todo debemos enfocarnos en Dios, no en disfrutar los deleites del mundo. El estilo de vida materialista quiere vendernos la idea de que Dios quiere que seamos ricas, exitosas y todo eso, pero eso no es lo que me dice la Biblia.

Sí, la fe mueve montañas, sin embargo, el contexto de este versículo no está relacionado con tener más cosas materiales, éxitos sociales, etc. Está estrechamente vinculado con exaltar el nombre de nombre de Cristo, no a nosotras mismas.

Entonces podemos decir que la fe que mueve montañas, es una fe en que Dios puede hacerlo, no nuestra boca o nuestro propio pensamiento positivo. Esta fe está basada en un propósito divino, no en un mero capricho humano. Por eso la Palabra dice. “Y esta es la confianza que tenemos en Él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, Él nos oye” (1 Juan 5: 14).

Por eso es necesario que aprendamos a pedir de acuerdo a la voluntad de Dios y no a nuestros deseos egoístas.


ree

Comentarios


©2021 by Princesas y Guerreras.

bottom of page