Si te enojas, no peques - 29 de Octubre 2025
- Princesas y Guerreras
- 29 oct
- 2 Min. de lectura
Si te enojas, no peques
Efesios 4: 26
26 Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo,
Parece poco probable, ¿no crees? ¿De veras alguien puede estar enojado y no pecar? SÃ, eso es exactamente lo que la Biblia dice que debemos hacer, en Efesios 4:26, donde leemos: "Si se enojan, no pequen". El texto no condena los sentimientos humanos. Por el contrario, Dios sabe lo que sentimos. Él entiende que hay momentos en los que nos sentimos realmente irritadas con algo o con alguien. La ira es una emoción natural, pero debemos tener cuidado de no dejar que se convierta en pecado. No es pecado sentir ira. Recordemos que incluso Jesús se enojó en varias ocasiones cuando vio la injusticia y la opresión. Debemos tener cuidado de no pecar en nuestra ira, es decir, que hacemos en medio de la ira.
Si actuamos movidas por sentimientos de ira, pecaremos. Recuerda esto: la venganza, tomar la justicia por tus manos, pelear, ofender, el descontrol, actuar sin reflexionar, y otras reacciones semejantes son pecado. Por eso la Biblia nos orienta a consultar el corazón antes de dormir, reflexionar, orar y sosegarnos. Antes de que ataquemos a alguien para intentar descargar nuestra ira, podemos simplemente llevarla delante de Dios en oración.
El versÃculo nos continúa diciendo que no debemos permitir que el sol se ponga sobre nuestro enojo. En otras palabras, debemos resolver nuestras diferencias antes de terminar el dÃa. Si dejamos que la ira se acumule y comience a enraizar, podemos comenzar a tener pensamientos y hablar de cosas negativas que no son verdaderas o que no son constructivas, incluso puede convertirse en resentimiento. Para que no se acumulen ese tipo de sentimientos, debemos resolver nuestras diferencias a tiempo y no permitir que nuestra ira se acumule y se vuelva destructiva.
Aunque enojarnos es normal, lo importante es cómo manejamos esa emoción. Imagina que en vez de guardar resentimientos, sacamos un momento para hablarlo y dejarlo ir. Esa simple acción puede transformar no solo nuestro dÃa, sino también nuestras relaciones. Asà que la próxima vez que sientas el coraje burbujear, recuerda: un poco de control puede hacer la gran diferencia.
¿Estamos permitiendo que la ira nos lleve a actuar de manera que dañe nuestras relaciones?Â
¿Estamos dejando que el sol se ponga sobre nuestro enojo, alimentando resentimientos que pueden dividirnos?Â
Oración:
Señor, que pueda considerar mis propias reacciones ante situaciones de conflictos y enojo, de tal manera que no si estoy enojada no llegue a pecar contra TÃ. Que no permita que el sol se ponga sobre mi enojo. En el nombre de Jesús, Amén
 Â
Dios te bendigaÂ
Puedes escuchar este devocional en nuestro canal de Youtube en este link

