Dios merece toda la gloria - 14 de Agosto 2025

Princesas y Guerreras
14 ago
2 Min. de lectura

Dios merece toda la gloria

Salmo 29: 1-2

Tributad a Jehová, oh hijos de los poderosos, dad a Jehová la gloria y el poder. 2 Dad a Jehová la gloria debida a su nombre; Adorad a Jehová en la hermosura de la santidad

Independientemente de las cosas que veamos y por muy radiante que sea su belleza, quien realmente merece la exaltación es el Señor. Solo Él es el autor de los conocimientos, de la belleza y de todo lo que ocurre en nuestra vida. Es Él quien creó todo lo que existe y conocemos. No hay nada que se asemeje a Él en la tierra. El salmo 29: 1-2 nos invita a centrarnos en darle la alabanza y adoración al único que se la merece. Cuando adoramos a Dios, lo estamos reconociendo a Él por quien es, por todo lo que ha hecho en nuestras vidas y por todo lo que todavía tiene que hacer.

La adoración no es acerca de nosotras, se trata de Dios. Pero, aunque la adoración no es acerca de ti, la adoración te transformará. Al comenzar a adorar a Dios por los cambios que Él ya está obrando en ti, encontrarás que esos cambios se comienzan a manifestarse cada vez más y experimentarás nuevos niveles de la gloria de Dios. En otras palabras, Dios está cerca del adorador y derramará Su bondad sobre aquellos que decidan magnificarlo.

Dad a Jehová la gloria debida a Su nombre: Este es un llamado a reconocer el carácter y la naturaleza de Dios. El nombre de Dios merece mucha gloria; por lo tanto es correcto llamar a los hombres (aun a los poderosos) a adorarle. Alabar a Dios consiste en dos cosas: atribuirle gloria, es decir, reconocer Su valor supremo con nuestra mente, y adorarlo o inclinarnos ante Él (la palabra hebrea significa ‘inclinarse’), lo que implica una subordinación de nuestra voluntad y mente hacia Él”

Cuando adoramos a Dios, le estamos dando algo que le pertenece por naturaleza. Todo lo que somos debe ser consagrado ante el Señor, ya que Él es quien permite todas las cosas. Las razones para glorificarlo siempre están a la vista.

¿Por qué ha de ser adorado?

¿Por qué hemos de concederle este alto honor?

Oración:

Señor, Sólo Tú mereces la gloria y el honor. Quiero adorarte de la manera que apropiada, darte la gloria que debida a Tu nombre. Amén

Dios te bendiga