Toda la gloria es para Dios - 28 de Noviembre 2025
- Princesas y Guerreras
- 28 nov
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Toda la gloria es para Dios
Salmo 115: 1
No a nosotros, oh Jehová, no a nosotros, sino a tu nombre da gloria, por tu misericordia, por tu verdad.
En el Salmo 115: 1, el autor expresa que la gloria no es para nosotras, sino para el nombre de Dios. En una cultura que a menudo busca la autopromoción y el reconocimiento personal, sobre todo en este tiempo de redes sociales donde se busca seguidores y likes, este pasaje desafía esa tendencia al recordarnos que nuestra existencia y nuestras acciones deben reflejar la grandeza de Dios y darle la gloria a Él.
Muchas veces, en nuestra vida cotidiana, tendemos a buscar nuestra propia gloria, pensando en cómo impresionar a otros con nuestras habilidades y logros, olvidando que todo lo que tenemos y somos viene de Dios. Por eso es importante recordar que no buscamos nuestra propia gloria, sino que debemos dirigir todas nuestras acciones y pensamientos a glorificar a Dios.
Además, el autor menciona que la gloria es dada a Dios por Su misericordia y verdad. Nosotras no merecemos ser favorecidas por la misericordia y la verdad de Dios, ya que somos pecadoras y hemos fallado en muchas ocasiones. Sin embargo, Su amor hacia nosotras es tan grande que nos da otra oportunidad, perdonándonos y dándonos la posibilidad de tener una vida plena y feliz. Por eso es imprescindible darle la gloria a Dios, reconociendo Su bondad y amor hacia nosotras.
Cuando reconocemos que la gloria es de Dios, nuestra humildad aumenta y nuestra gratitud florece. En vez de buscar la gratificación propia, es importante dirigir nuestras acciones y pensamientos a Dios. Debemos enfocarnos en Él, reconocer Su grandeza y misericordia y dirigir toda nuestra atención y energía en glorificarlo. Debemos examinar nuestras propias motivaciones y actitudes. A menudo, podemos caer en la trampa de buscar reconocimiento y validación en nuestras acciones y logros. Recordemos que todo lo que hacemos debe darle la gloria de Dios, y no para nuestra propia exaltación.
¿Cómo puedo asegurarme de que mis logros y éxitos den gloria a Dios y no solo a mí?
¿Por qué a veces me cuesta dar el crédito a Dios en lugar de a mis propias capacidades?
Oración:
Señor, que en todo lo que haga te de la gloria a Tí, porque sólo Tú la mereces. No quiero quitarte la gloria que te pertenece. Amén.
Dios te bendiga
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