17 de Septiembre de 2019

Unos Buenos Amigos

Marcos 2: 5

Un maravilloso relato el que encontramos en Marcos 2: 1 – 12. Imaginémonos la escena Jesús predicando en una casa, una gran cantidad de gente llenaba el lugar, tanto que obstaculizaban la entrada. De repente frente a Jesús es puesto un paralítico, que es bajado, en su camilla, por el techo de la casa por cuatro amigos. Dice la palabra que al ver la fe de los amigos Jesús le dice al paralítico: “Tus pecados te son perdonados”.

Estos amigos hicieron más de lo que les era posible para llevar al paralítico ante Jesús, no les importó que la casa estuviera llena de personas y que no pudieran entrar por la puerta. Pienso que otros hubieran desistido, pero en realidad les interesaba que Jesús viera a su amigo. Ellos habían oído de los milagros de Jesús y se compadecieron de su amigo tendido en un lecho sin poder moverse, por eso cuando oyeron que Jesús estaba en la ciudad decidieron llevar a su amigo a Jesús, esperando que hiciera algo por él. Que verdaderos amigos.

Jesús vio fe en ellos, sin embargo, su respuesta no fue precisamente la que ellos esperaban, el habla de perdón de pecados, ellos esperaban sanidad. Jesús sabía cuál era la necesidad más profunda del paralítico, el perdón de pecados. Aunque alguien podría una persona inmóvil que pecados podría cometer, pero Jesús conoce nuestro corazón y sabe que necesitamos perdón. Después de recibir el perdón de pecados, el paralítico recibe sanidad.

Que podamos ser como esos buenos amigos que llevan a sus amigos a Jesús, sabiendo que Él es la respuesta para sus necesidades.