Servir a Dios de todo corazón - 17 de Junio 2025
- Princesas y Guerreras
- hace 3 días
- 2 Min. de lectura
Servir a Dios de todo corazón
Jonás 4: 11
11 ¿Y no tendré yo piedad de Nínive, aquella gran ciudad donde hay más de ciento veinte mil personas que no saben discernir entre su mano derecha y su mano izquierda, y muchos animales?
Cuando Dios envió a Jonás a Nínive, la capital de Asiria, la ciudad de sus enemigos, el profeta abordó un barco que se dirigía a la dirección opuesta. Dios detuvo el barco con una tormenta, y los marineros atemorizados tiraron a Jonás por la borda. Luego Dios hizo que un gran pez se lo tragara… y lo depositara en la dirección correcta para otro intento. En esta ocasión, él obedeció. Pero el cuarto capítulo del libro de Jonás nos revela que su corazón no estaba en la misión. Él estaba enojado por la misericordia de Dios hacia los asirios. Jonás dejó muy claro que él no quería seguir la dirección de Dios.
Muchas de nosotras no somos tan abiertamente desafiantes como Jonás, pero deseamos internamente que nuestro Padre celestial nos asigne otra tarea distinta a la que nos ha dado. Nos oponemos porque nos sentimos inseguras de nuestras habilidades, incómodas al socializar con personas diferentes a nosotras o dudosas de que Dios cumplirá Su parte tal como prometió.
Aún así, Dios nos invita a diario a unirnos a Él en Su obra. Esto incluye el mostrar bondad, perdonar y servir a otros, y proclamar con valentía Su mensaje de salvación. Entonces, ¿cuál es el secreto de seguir la dirección de Dios? Jonás 4:11 nos da la respuesta: “Y de Nínive, una gran ciudad donde hay más de ciento veinte mil personas que no distinguen su derecha de su izquierda y tanto ganado, ¿no habría yo de compadecerme?” (NVI).
Dios invitó a Jonás a compartir Su preocupación por un pueblo perdido. Él quería que el profeta viera que los enemigos de Israel necesitaban tanto de Dios como cualquier otra persona. Él quiere que hagamos más que solo servir a otros, Él quiere que amemos a aquellos a quienes servimos, tal como Él los ama. Si miramos a los demás a través de Sus ojos y Su corazón, será mucho menos probable que nos resistamos a Su llamado. Si te sientes un poco renuente, pídele al Señor que fortalezca tu confianza en Él y tu amor por las personas a las que Él te llama a servir. Cuando digas «sí», caminarás en Su voluntad para ti, confiando que Él te dará la capacidad para hacer todo lo que Él te ha pedido.
¿Qué te está pidiendo el Espíritu Santo que hagas hoy?
¿Dónde sientes que titubeas al obedecer a Dios?
Oración:
Señor, perdóname cuando no te he obedecido de todo corazón. Dame de Tu pasión y compasión para poder unirme completamante a Ti en Tu obra. Guíame una vez más. En el Nombre de Jesús, Amén.
Dios te bendiga
Puedes escuchar este devocional en nuestro canal de Youtube en este link

Comentários