Gloríate en el Señor - 5 de Enero 2024

Princesas y Guerreras
5 ene 2024
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Gloríate en el Señor

Jeremías 9: 23-24

23 Así dijo Jehová: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas. 24 Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová.

Toda persona quiere lograr algo significativo en su vida. Todas deseamos hacer las cosas bien. ¿Quién no quiere lograr algo digno de gloriarse? Pero Dios nos dice que solamente hay una cosa por la cual debemos gloriarnos, y esa es que le conozcamos a Él.

En el mundo las personas se glorian y muchos se jactan de sus logros. Estos versículos mencionan tres cosas por las cuales, la gente,comúnmente, se glorian, que son: sabiduría, poder y riquezas. Pero aun si tuviéramos todo eso, no podemos sentirnos orgullosas, como si nosotras tuviéramos algún mérito y hubiésemos hecho algo grande. Esto es porque todo, absolutamente todo, viene de parte de Dios.

1 Corintios 4:7 dice: “ Porque ¿quién te distingue? ¿o qué tienes que no hayas recibido? Y si lo recibiste, ¿por qué te glorías como si no lo hubieras recibido?”. Pablo lo deja bien claro. En realidad no hay ningún motivo de gloriarnos en lo que hemos logrado.

La única cosa por la que podemos gloriarnos es por nuestra relación con el Señor. La única razón que tenemos para hacer algo, potencialmente, grande es que somos suyas y Su Espíritu mora en nosotras. Debido a Su grandeza y poder en nosotras, Él logrará grandes cosas a través nuestro. Quizás lo más grande que hagamos en la vida son las cosas que nadie sabrá jamás, tales como interceder por otros y servir a los demás, cuyo impacto no podremos jamás comprender, sino cuando estemos gozando eternamente de la presencia del Señor.

¿En qué cosas generalmente se glorian las personas?

¿Tienes algún motivo personal para gloriarte? Si es así medita en lo que dice Jeremías 9: 23-24

Oración:

Señor, que el único motivo para gloriarme sea en conocerte y cultivar una relación contigo. En el nombre de Jesús, Amén.

Dios te bendiga